Crisis en los dos sentidos: crisis económica y crisis
personal. La crisis personal puede estar
estrechamente relacionada con la crisis económica. La pérdida del empleo es
consecuencia de la primera, por ejemplo. Para todos los efectos en este libro
será lo mismo cualquiera sea el origen de la crisis.
¿Es posible hacer empresa en una economía en crisis? La
respuesta es: sí. ¡Por supuesto que sí!
En mis más de 25 años de propietario- fundador de una empresa y trabajando con
empresarios de varios países de Sud América he aprendido lecciones valiosas de
emprendedores que en circunstancias muy adversas han podido hacer empresas de
clase mundial.
Cada uno de ellos me ha permitido y ayudado a entender y
comprender la ruta que siguen los
emprendedores en economías en crisis. La lógica de esta ruta se va repitiendo
una y otra vez, aquí y allá y; de generación en generación. De modo que podemos
encontrar hitos en el desarrollo emprendedor. En esta obra encontrará las
lecciones que nos han dejado miles de hombres y mujeres que lo largo de años
han hecho y están haciendo empresa en países en desarrollo.
La crisis económica que azoto a los países de Sudamérica y
especialmente al mío: el Perú; fue de gran magnitud. La misma que se manifestó
en tres ámbitos. El financiero con la quiebra de bancos y otros intermediarios
financieros que afectaron al sector productivo.
El segundo ámbito fue el fiscal cuando varios de nuestros países
declararon no poder pagar su deuda externa y, finalmente, en el ámbito
cambiario. Cuando los bancos centrales agotaron sus reservas tratando de
controlar el tipo de cambio.
Si por si el ambiente pareciera ya sombrío, no fue todo: la
violencia terrorista, la corrupción, la distribución del ingreso muy desigual, los altos niveles de pobreza
extrema, mercados muy reducidos, los bajísimos niveles de educación, una
infraestructura deficiente o inexistente,
lo accidentado de la geografía entre otras circunstancias hicieron que
la crisis económica y financiera fuera de mayor magnitud.
Si a esto le sumamos situaciones de crisis de carácter personal: pérdida del
empleo, crisis en la economía familiar, crisis con la pareja. Todo ello lleva a las personas a situaciones
límite en la que la pregunta es: habrá una salida. La respuesta es depende.
Depende de uno. Para algunos es
imposible y están en lo correcto y para otros es posible y, también, están en
lo correcto.
Estas situaciones límite pueden ser o son detonantes para
que muchas personas tomen la iniciativa para iniciar un emprendimiento. Espero
que no se encuentre en esa situación. En
todo caso le recomiendo que, si este no es su caso, no debe esperar una
situación similar para animarse a hacer empresa. Es momento de prepararse. Con tiempo, sin
apresuramiento. Recuerde el
apresuramiento es el peor consejero de los negocios.
Las salidas son diversas. Aquí hablaremos de emprendimientos
económicos. Una primera salida es la de buscar emprender un negocio que le
permite sustituir los ingresos
perdidos de manera parcial o total. Son los denominados negocios de sustitución
de ingresos y a partir de allí comenzar a organizar un emprendimiento de
acumulación. Este concepto se aplica también para las personas que inician un
negocio sin ninguna experiencia laboral previa.
Un emprendimiento de sustitución de ingresos es uno que en
primer lugar lo mantendrá ocupado y lo entrenara en la lógica de un
emprendimiento de acumulación. Pero por sobre todo interesa que usted adquiera
una “personalidad” emprendedora. Cuanto antes lo logre; mejor.
La “personalidad” emprendedora a la que nos referimos es el
estilo de vida de los emprendedores. Los emprendedores sueñan, gastan,
consumen, piensan y actúan de una manera particular. En resumen, existe un
estilo de vida especial que define a los emprendedores. Algunos especialistas,
a este estilo de vida, lo denominan el estilo de vida migrante. En efecto, los
migrantes demuestran y practican este estilo de vida por las circunstancias que
les toca vivir.
Así entre las principales características están: capacidad
de ahorro, trabajo arduo, son proclives a trabajos manuales y comerciales (tal
vez por qué el empleo les es vetado), llevan una vida sencilla, son pacientes y
prudentes; entre otras características.
Sin embargo, esta cultura la podemos resumir, tal vez, en una sola palabra, un barbarismo, un
peruanismo: RECURSEARSE! El
“recurseo” (bootstrapping, en inglés) denota carencia, casi total, de recursos
económicos y materiales pero inmensa riqueza en creatividad y relaciones de
reciprocidad entre los emprendedores en economías en crisis.
Emprender es iniciar algo con cierto grado de dificultad. Y
no hay nada más emprendedor que empezar algo en circunstancias totalmente
adversas. Para un emprendimiento estas circunstancias son,
paradójicamente, hasta favorables. Así,
empresas y empresarios que logran sobrevivir una crisis y ambientes
adversos tendrán mayores probabilidades
de éxito.
Es a partir del “recurseo”
que cada emprendedor y cada emprendimiento construyen su ruta en una
situación de crisis. Ruta que le invito a conocer.