miércoles, 25 de mayo de 2016

EL PLAN B. ¿Qué pasa si me quedo sin empleo?


Crisis en los dos sentidos: crisis económica y crisis personal. La crisis personal  puede estar estrechamente relacionada con la crisis económica. La pérdida del empleo es consecuencia de la primera, por ejemplo. Para todos los efectos en este libro será lo mismo cualquiera sea el origen de la crisis.

¿Es posible hacer empresa en una economía en crisis? La respuesta es: sí.  ¡Por supuesto que sí! En mis más de 25 años de propietario- fundador de una empresa y trabajando con empresarios de varios países de Sud América he aprendido lecciones valiosas de emprendedores que en circunstancias muy adversas han podido hacer empresas de clase mundial.

Cada uno de ellos me ha permitido y ayudado a entender y comprender  la ruta que siguen los emprendedores en economías en crisis. La lógica de esta ruta se va repitiendo una y otra vez, aquí y allá y; de generación en generación. De modo que podemos encontrar hitos en el desarrollo emprendedor. En esta obra encontrará las lecciones que nos han dejado miles de hombres y mujeres que lo largo de años han hecho y están haciendo empresa en países en desarrollo.

La crisis económica que azoto a los países de Sudamérica y especialmente al mío: el Perú; fue de gran magnitud. La misma que se manifestó en tres ámbitos. El financiero con la quiebra de bancos y otros intermediarios financieros que afectaron al sector productivo.  El segundo ámbito fue el fiscal cuando varios de nuestros países declararon no poder pagar su deuda externa y, finalmente, en el ámbito cambiario. Cuando los bancos centrales agotaron sus reservas tratando de controlar el tipo de cambio.

Si por si el ambiente pareciera ya sombrío, no fue todo: la violencia terrorista, la corrupción, la distribución del ingreso  muy desigual, los altos niveles de pobreza extrema, mercados muy reducidos, los bajísimos niveles de educación, una infraestructura deficiente o inexistente,  lo accidentado de la geografía entre otras circunstancias hicieron que la crisis económica y financiera fuera de mayor magnitud.

Si a esto le sumamos situaciones  de crisis de carácter personal: pérdida del empleo, crisis en la economía familiar, crisis con la pareja.  Todo ello lleva a las personas a situaciones límite en la que la pregunta es: habrá una salida. La respuesta es depende. Depende de uno. Para algunos es imposible y están en lo correcto y para otros es posible y, también, están en lo correcto.

Estas situaciones límite pueden ser o son detonantes para que muchas personas tomen la iniciativa para iniciar un emprendimiento. Espero que no se encuentre en esa situación.  En todo caso le recomiendo que, si este no es su caso, no debe esperar una situación similar para animarse a hacer empresa.  Es momento de prepararse. Con tiempo, sin apresuramiento. Recuerde el apresuramiento es el peor consejero de los negocios.

Las salidas son diversas. Aquí hablaremos de emprendimientos económicos. Una primera salida es la de buscar emprender un negocio que le permite sustituir los ingresos perdidos de manera parcial o total. Son los denominados negocios de sustitución de ingresos y a partir de allí comenzar a organizar un emprendimiento de acumulación. Este concepto se aplica también para las personas que inician un negocio sin ninguna experiencia laboral previa.

Un emprendimiento de sustitución de ingresos es uno que en primer lugar lo mantendrá ocupado y lo entrenara en la lógica de un emprendimiento de acumulación. Pero por sobre todo interesa que usted adquiera una “personalidad” emprendedora. Cuanto antes lo logre; mejor.  

La “personalidad” emprendedora a la que nos referimos es el estilo de vida de los emprendedores. Los emprendedores sueñan, gastan, consumen, piensan y actúan de una manera particular. En resumen, existe un estilo de vida especial que define a los emprendedores. Algunos especialistas, a este estilo de vida, lo denominan el estilo de vida migrante. En efecto, los migrantes demuestran y practican este estilo de vida por las circunstancias que les toca vivir.

Así entre las principales características están: capacidad de ahorro, trabajo arduo, son proclives a trabajos manuales y comerciales (tal vez por qué el empleo les es vetado), llevan una vida sencilla, son pacientes y prudentes; entre otras características.

Sin embargo, esta cultura la podemos  resumir, tal vez,  en una sola palabra, un barbarismo, un peruanismo: RECURSEARSE! El “recurseo” (bootstrapping, en inglés) denota carencia, casi total, de recursos económicos y materiales pero inmensa riqueza en creatividad y relaciones de reciprocidad entre los emprendedores en economías en crisis.

Emprender es iniciar algo con cierto grado de dificultad. Y no hay nada más emprendedor que empezar algo en circunstancias totalmente adversas. Para un emprendimiento estas circunstancias son, paradójicamente,  hasta favorables. Así, empresas y empresarios que logran sobrevivir una crisis y ambientes adversos  tendrán mayores probabilidades de éxito. 


Es a partir del “recurseo”  que cada emprendedor y cada emprendimiento construyen su ruta en una situación de crisis. Ruta que le invito a conocer.