miércoles, 29 de agosto de 2007

Perú: Balance Políticas Pymes

Una sola palabra resume el desempeño en materia de políticas de apoyo a las Pyme de este y varios gobiernos anteriores: improvisación. Acciones aisladas desde varios ministerios, gobiernos locales y sector privado son el reflejo de que no existe una orientación clara de lo que se espera de las pequeñas empresas. Sin embargo, algunas de estas actividades presentan resultados aceptables.

Todos los esfuerzos y los escasos recursos, asignados para el desarrollo de programas de fomento a las pymes, se pierden y se hace más evidente la falta de un horizonte. Esta sensación es clara para quienes ofrecemos servicios de desarrollo empresarial. Al principio de la década de los 80, el interés se concentró en los temas de la informalidad y los esfuerzos se enfocaron en los temas de la legalidad. Se hicieron algunos intentos para resolver problemas de simplificación de los trámites para constitución de empresas, el registro de propiedad, entre otros.

Luego el interés se concentró en las microfinanzas, con un desarrollo logrado exclusivamente por el sector privado impulsados primero por las ONGs y luego por otras instituciones financieras. Posteriormente, el interés se ha desarrollado en temas de asociatividad, conglomerados, consorcios, corredores y otras formas de cooperación, con proyectos y acciones aisladas, muy dispersas. De cuando en cuando, a cada ministerio o programa se le ocurre desarrollar un sector, una actividad o zona geográfica. En muchos casos los programas se superponen y actúan en un mismo escenario.

Ahora parece que el interés se centra en las exportaciones de las pequeñas empresas pero con un Programa Sierra Exportadora que no los beneficiará directamente, sino a aquellas empresas trasformadoras y las exportadoras. Pero, programas como Exporta Fácil, los Centro de Innovación Tecnológica (CITES) y otros similares podrían ayudar en este proceso.

Si este fuera el objetivo, todos los actores deberíamos concentrar nuestros esfuerzos en apoyar la exportación en pequeña escala y comenzar a priorizar sectores. Pero cuáles: ¿manufactura? ¿agroindustria?, ¿artesanía?, y dentro de artesanías qué rubros. Cuando tengamos un horizonte claro los resultados serán evidentes.

El actual gobierno ha unido la oficina de promoción de la pequeña empresa (Prompyme) con tres programas del Ministerio de Trabajo para formar “Mi Empresa”. Espero sea el inicio de un plan que articule las iniciativas de parte del gobierno hacia las pequeñas empresas. Por lo pronto el dinamismo mostrado por algunos sectores, donde la presencia de pequeña empresas es grande, es importante.

Veamos el ejemplo de las artesanías en el Perú. Su desarrollo es notable. Sin embargo, este es mérito casi exclusivo de los artesanos. Ellos con su esfuerzo han logrado conquistar mercados en el exterior y desarrollar centros de producción y comercialización en las principales ciudades del país. Lo mismo podemos decir de los confeccionistas de Gamarra, el calzado en Trujillo y así, sucesivamente.

Estoy convencido que con un horizonte definido se pueden lograr grandes resultados y en el corto plazo. Base empresarial tenemos.

lunes, 27 de agosto de 2007

El espíritu empresarial en el mundo

Publicado en “Gente de Minnesota”

El espíritu empresarial es, sobre todo, una actitud en que la que se demuestra la capacidad de realización de un individuo. La capacidad que tiene de identificar una oportunidad de negocio, una idea, un sueño; luchar por ella y convertirlo en realidad, en éxito económico.

Los emprendedores en una economía son muy importantes, entre otras razones por las siguientes:

. Contribuyen a crear empleo y riqueza.
Las nuevas empresas crean riqueza, bienestar y empleos en las comunidades donde crecen y se desarrollan. Sin duda, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo, el problema más importante en las economías es la del desempleo. Esta demostrado que las nuevas empresas son las que están contribuyendo de manera significativa en crear los nuevos puestos de trabajo que las economías necesita.

Así, entre 19994 y 1998, 8 por ciento de las empresas de rápido crecimiento en los Países Bajos han generado el 60 por ciento de los nuevos puestos de trabajo. Esto es un claro ejemplo de la capacidad que tiene las pequeñas empresas en la generación de nuevos puestos de trabajo.

. Las pequeñas empresas estimulan una mayor competitividad y sacan partido del potencial de los individuos.
La incursión de nuevas empresas en el mercado estimula la competitividad de las empresas con el consiguiente beneficio para la economía y consumidores. Mejores empresas (más competitivas) generan mejores servicios y productos de mayor oferta, calidad y a un menor precio.

Los emprendedores al iniciar un negocio no sólo están desarrollando una forma de ganar dinero. Es mucho más que eso. Están buscando un modo de realización personal y parece que lo están logrando. Así en Europa el 45 por ciento de los trabajadores independientes están muy satisfechos con lo que hacen en comparación de un 27 por ciento de empleados en igual condición.

El espíritu empresarial, entonces, se está convirtiendo en un tema central en las economías por lo anteriormente expuesto. Los países están comenzando a pensar en las nuevas empresas, en las pequeñas empresas como la mejor alternativa de desarrollo económico a diferencia de las décadas pasadas en las que la atención estaba centrada en las grandes empresas.

Pero cómo esta el espíritu empresarial en los diferentes países. Por lo que expondremos, Estados Unidos no lo va mal en comparación a Europa, por ejemplo. Veamos algunas cifras publicados a principios de 2003 por el Eurobarometro número 134.

. Los Norteamericanos están mayoritariamente interesados en el trabajo independiente. Un 67 por ciento de los norteamericanos sueñan con el negocio propio contra 45 por ciento de los Europeos.

. El porcentaje de empresarios sobre la población activa nos permite entender el dinamismo de la actividad empresarial en los diferentes países. El 18 por ciento de los Italianos y Griegos en edad de trabajar son empresarios, 13 y 15 por ciento de los españoles y portugueses, respectivamente y, 10 por ciento de los norteamericanos en igual condición son empresarios.

Proporcionalmente en algunos países de Europa hay más trabajadores independientes que en USA. Sin embargo, existen otros indicadores del dinamismo empresarial que resultan más interesantes. Así, sólo el 4.5 por ciento de los europeos activos están dando los primeros pasos para formar una empresa versus un 13 por ciento de los norteamericanos.

Otro indicador importante es que 8 de las más grandes empresas norteamericanas no existían o eran muy pequeñas (piense en Microsoft) en 1960. En cambio en Europa todas las empresas que en la actualidad son grandes ya lo eran en la década de los 60. Esto demuestra que la empresarialidad norteamericana es muy dinámica y exitosa.
Por último las empresas de rápido crecimiento eran el 19 por ciento de todas las empresas americanas mientras que en 6 países de Europa sólo el 4 por ciento son cosideradas como empresas muy dinámicas. La diferencia es notable. Existen muchas más empresas de rápido crecimiento en Norteamérica que otras partes del mundo.

Remesas de Mexicanos en el exterior

Publicado en “Gente de Minnesota”


. . . “No se ha podido encontrar la fórmula ideal para vincular los envíos de divisas con el desarrollo sostenible de las comunidades y regiones de altos porcentajes de migrantes”.. Así empieza un informe patrocinado por la Organización Internacional del Trabajo denominado “Remesas de mexicanos en el exterior y su vinculación con el desarrollo económico, social y cultural de sus comunidades de origen”

Entre las principales conclusiones a las que llega el mencionado informe están:
. Se desconoce qué porcentaje de las remesas son utilizadas en actividades productivas (servicios, comercio e industria).
. Se desconoce los mecanismos que podrían financiar la implementación y el desarrollo de proyectos productivos en las comunidades de origen.
. Y también, se desconoce cómo los trabajadores emigrantes mexicanos podrían colaborar directamente en la comercialización de bienes de exportación producidos en las comunidades de origen financiados por las remesas de los migrantes.

La importancia de la migración mexicana a los estados unidos reside en:
. La población de migrantes se acerca a los 40 millones para finales de la presente década y llegue a representar más de un cuarto de la población de ese país para mediados del siglo XXI.
. El valor de las remesas anuales enviadas asciende a los 15 mil millones de dólares.
. Los altos costos que significan el servicio de transferencia de dinero hace que anualmente se transfiera al sistema financiero, de ambos países, más de 1,700 millones de dólares.
. El fenómeno de migración afecta, prácticamente, a la totalidad de los 32 estados federativos mexicanos.
. El 90% de la población de migrantes en USA se concentran en 12 estados de la unión americana.
. Los mexicanos en Estados Unidos están organizados en más de 2000 clubes.

Sin embargo, lo más resaltante del informe se refiere a la caracterización que se hace del migrante. Cómo es el migrante. Cómo piensa. Cuáles son sus proyectos y sueños.

Los costos que significa para cada migrante el dejar la familia, sus amigos y su comunidad en busca de nuevos horizontes económicos y de desarrollo personal los caracterizan como emprendedores y más aún como emprendedores- empresarios. Según el informe los migrantes pueden ser agrupados en dos grandes grupos o tipos: los trabajadores, el primer grupo y los emprendedores, el segundo. A su ves los emprendedores pueden ser de dos tipos: i) los “emprendedores – productores” y; ii) los emprendedores – empresarios” . Para los autores, del mencionado informe, los migrantes se acercan más al tipo de emprendedor – empresario.

Es por ello que, el informe, recomienda que los programas de fomentos a iniciativas empresariales tendrían una buena acogida, entre la comunidad hispana de los estados unidos, en la medida que tienen un gran potencial para desarrollar proyectos empresariales. Pero estos deben ser de pequeña envergadura, en un principio, e involucrar a los pobladores de sus comunidades de origen.

Los pobladores de la comunidades de origen deben dedicarse a la producción “empresarios – productores” y los migrantes deben encargarse de la comercialización y de esa manera desarrollar proyectos sostenibles y que beneficien a las comunidades y su país de origen.

Preparando el retorno

Publicado en “Gente de Minnesota”
Todos esperamos un retiro decoroso. Retirarnos a descansar sin mayores problemas económicos. Otros soñamos más. Soñamos con regresar a nuestros países y descansar al lado de nuestros seres queridos. Pero hay dos formas de regresara a nuestros países: por las buenas o por las malas. Algunos regresaran a descansar con los ahorros que tengan. Para ese tiempo es posible contar con una casa propia u otras comodidades. Entonces, el esfuerzo de varios años de trabajo será recompensado.

A otros, en cambio, el retorno es inesperado. No planeado. No nos queda otra alternativa de regresar a nuestros países obligados. Obligados por que las autoridades de migraciones determinaron que ya no nos quieren más en sus países.

Cuando hablamos de regreso inmediatamente nos viene a la mente la siguiente pregunta. ¿Regresar a qué? ¿Para qué? ¿A hacer qué? Otras irán más lejos aún y se preguntaran. Por que hemos venido a un país lejano. Con otras costumbres y otro realidad. Otro idioma.

Las personas emigran por dos razones fundamentales: problemas de orden político o problemas de tipo económico. Claro, también, hay otras razones menos dramáticas: estudios, trabajo, turismo, etc. Sin embargo, son millones de personas que abandonan sus países de origen por falta de empleo principalmente.

En casi todos loa casos la idea de regresar a nuestros países esta presente. Pero, ¿regresar a qué?

Preparando el retorno.

Es prácticamente imposible regresar a buscar un empleo en nuestros países. Las tasas de desempleo en nuestros países son muy altas. Más aun para los jóvenes. Pero podemos regresar a crear nuestro empleo. Nuestro propio puesto de trabajo. Nuestra propia empresa.
La idea es sencilla. Si usted quiere regresar o, lo que es peor, lo obligan a regresar debería estar preparado. Cree su oportunidad. Para usted y su familia. Haga que el esfuerzo sea coronado con un retiro decoroso: su propio negocio.

Envió de dinero (remesas): la medicina que alivia pero que no cura

Publicado en “Gente de Minnesota”
Imagine, por un momento, no tener que enviar más dinero a sus familias. Y no por que no lo necesiten sino por que ellos están produciendo sus propios ingresos. “No des pescado sino enseña a pescar”, dice el refrán.

Una de las más grandes preocupaciones para nosotros los hispanos son nuestras familias que quedan en nuestros países. Esta preocupación se traduce en las penurias económicas que por falta de empleo sufren muchos de nuestros familiares. Es por ello que podemos ayudarlos de dos maneras: enviándoles dinero o ayudándolos a que vengan con nosotros.

Las posibilidades que nuestros familiares vengan es, por demás sabido, cada vez más difícil. Una serie de restricciones impiden que esto suceda. En consecuencia la mayoría de nosotros les enviamos dinero. La familia crece y la necesidades también. El dinero es insuficiente.

Es mucho dinero lo que los familiares envían a sus países. En algunos casos, las remesas, representan entre las principales fuentes de ingresos de los países. Mes a mes los envíos llegan a representar varios millones de dólares. Detrás de ese dinero existen historias de sacrificio. Las personas para ahorrar tienen que soportar una serie de privaciones a fin de poder enviar el dinero que tanta falta les hace a sus familias.

Las remesas y los envíos de dinero seguirán existiendo en la medida que nuestras familias necesiten este dinero para vivir o, simplemente, sobrevivir. De esta manera las familias reciben un alivio. No una solución para el problema económico que les aqueja.

Los envíos de dinero son como la medicina que alivia pero que no cura. Cuando existe la medicina usted esta aliviado. Pero que sucede si deja de tomar esta medicina, pues, sigue la enfermedad. Así, los envíos de dinero solo alivian el problema económico de nuestras familias. De ninguna manera son una solución.
¿Qué alternativas tenemos? Una muy interesante es que los envíos de dinero, a nuestras familias, se conviertan en dinero para invertir. Dinero para hacer más dinero. Si lo logramos no solo ya no tendremos que enviar más dinero a nuestras familias sino que ellos habrán aprendido a pescar. A generar sus propios ingresos. A generar su propio bienestar. A generar bienestar para nuestros países. A que el esfuerzo de enviar el dinero valga la pena.

Los empresarios

Los verdaderos empresarios son, sin duda, los engranajes para el desarrollo colectivo de un país. De todos los elementos que participan en cada proyecto (el empresario, la oportunidad de negocio, el análisis de la viabilidad y la financiación), el más importante de todos es, sin duda, el empresario: el promotor o emprendedor.

En nuestros países no han faltado recursos humanos, ni materiales, ni financieros. De allí que tengamos una deuda externa alta. Sin embargo, las condiciones económicas y la falta de empleo han sido y son cada vez más evidentes. Entonces ¿Cómo podemos explicar esta incongruencia?

De hecho que para hablar de progreso y desarrollo económico tiene que existir “alguien” que sea capaz de juntar todos los factores y generar riqueza, pues los recursos naturales, financieros, humanos y tecnológicos son riqueza en potencia que de por sí solos no son útiles. Ese alguien debe tener un espíritu (fuerza) empresarial.

Esto último es un acto netamente humano que consiste en crear algo, prácticamente de la nada, y que diferencia a los empresarios. La característica señalada depende de muchos factores, siendo los más importantes las experiencias familiares y el entorno económico de las personas.

Los empresarios son portadores de ese espíritu, de reformas y conocimientos y tienen un fuerte apego a ciertas costumbres y valores. Organizan, gestionan y asumen riesgos. El trabajo del empresario consiste en detectar las oportunidades y para ello es necesario que sea capaz de determinar que actividades son necesarias para aprovecharlas.

Los empresarios son entonces una clase importante para lograr el desarrollo económico de las naciones. Estamos pasando, pues, de una sociedad del empleo a una sociedad de empresarios. Es que no es posible imaginar un desarrollo económico de tipo capitalista sin una clase empresarial, así como ninguna clase empresarial sin código moral y, ningún código moral, sin base religiosa.

¿Quiénes son? Se han detectado ciertos grupos sociales proclives o propensos a hacer empresa. Uno de estos son los migrantes, algo muy cercano a nuestra historia. En casi todas las economías, los migrantes son un grupo con iniciativa empresarial.

Entre los argumentos que explican esta situación se considera el hecho de que ellos requieren de un reconocimiento, ya que tienen pocas posibilidades laborales de trabajo dependiente, precisamente por su condición de migrantes, además de tener escasas oportunidades de ascenso social y económico.

Esas condiciones han hecho que opten por desarrollar diversas actividades productivas y comerciales, pues tienen un elemento esencial: carecen de prejuicios para llevarlas a cabo. Esa es justamente la condición básica para quienes queremos dar un paso importante en la futura vida empresarial.

De otro lado, los empresarios como toda persona tienen -en mayor o menor medida- conocimientos, talentos, destrezas y habilidades. Los empresarios que proviene de un ambiente empresarial han desarrollado la habilidad de identificar oportunidades donde otros ven problemas o solamente ignoran su existencia.

La pregunta básica aquí es saber porque algunos detectan oportunidades y otros no. La respuesta está en la cultura. La oportunidad determina la posibilidad de un negocio o empresa. Cuando la persona esta mejor entrenada para detectar oportunidades, las posibilidades de desarrollo empresarial se incrementan en la misma proporción.

¿De dónde vienen? Se ha demostrado que algunas comunidades tienen una especial predisposición hacia los negocios y la empresa; las propician y promueven entre sus miembros. Son sociedades en donde hay una “cultura empresarial”. Así como existe un “caldo de cultivo” pro violencia, las comunidades pueden generar uno pro empresa.

Se dice que una comunidad tiene una cultura empresarial cuando promueve y estimula actitudes, valores y comportamientos sobre sus miembros que hace que estos se preparen y entrenen positivamente hacia el mundo empresarial y comercial.

Cuando el ambiente pro empresa actúa sobre el entorno, hace que las oportunidades sean más claras. No es posible, o es muy difícil desarrollar, implementar y, posteriormente, gestionar una empresa, cuando las reglas de juego no son claras y estables.

Cuando las condiciones legales, tributarias y otros dispositivos relacionados a la actividad empresarial se manejan de mala manera, inclusive, antojadiza, ello entorpece el desarrollo empresarial de una comunidad, genera desconfianza o inestabilidad en los empresarios y crea una situación en la cual es difícil tomar decisiones porque uno no sabe a qué reglas atenerse.

Qué los caracteriza: su capacidad de ver oportunidades. La oportunidad de negocio. Este es un concepto económico que al concretarse en un producto (bien o servicio) produce un beneficio económico. La posibilidad de poder aprovechar esta oportunidad está en función de la experiencia acumulada, el criterio, la visión y la perspectiva que tenga la persona.

Así, la cantidad de oportunidad o ideas que tengamos están en función de la creatividad que demostremos; mientras la calidad y el potencial de las ideas están en función del grado de conocimiento del mercado.

Pero, ¿dónde están las oportunidades? Básicamente son dos las fuentes: la experiencia laboral y personal, así como el deseo de manejar un producto. En cualquier caso, están en el mercado, esperando ser identificados y, mejor aún, ser aprovechados. Sin embargo, para ello es necesario esta preparado. ¡Que triste es perder una oportunidad por no estar preparado ni enterado!

Motivaciones para hacer empresa

Se ha preguntado por qué las personas hacen empresa. Los motivos son dos: la gran mayoría esta motivada por la necesidad; y, otras, por que aprendieron a soñar desde pequeños con tener su empresa y ser independientes económicamente.

Algunas personas sueñan con tener un negocio. Estas personas tienen una motivación interna para crear su propia empresa. Tienen la visión de ser empresarios. Esa es su meta. Para ello se preparan y diseñan un plan y un modo de vida.

Otras, en cambio, se ven obligadas por factores externos a empezar alguna actividad económica. Las razones son diversas: perdida del empleo, no conseguir trabajo o cualquier otra similar. No sueñan con tener un trabajo. Se ven obligados por las circunstancias.

En conclusión quien inicia un negocio lo hace 1) por un factor interno: la visión de ser empresario o, 2) por un factor externo: las circunstancias como la falta de empleo, la migración y otros los obliga.

En cualquiera de los dos casos la decisión que se ha de tomar implica inseguridad. Por supuesto, esa inseguridad, es mayor en el grupo de personas que se ven obligadas a hacer empresa por un factor externo a su voluntad.

La inseguridad es normal cuando se produce un cambio. Las personas creamos un espacio de comodidad cuando desarrollamos una rutina. Pero cuando nos vemos obligados a salir de ese espacio de comodidad es que se produce por lo menos una situación de inseguridad. Inseguridad por lo nuevo. Por lo desconocido.

No es raro ver en el centro educativo de educación inicial, los primeros días del año escolar, niños llorando. Un niño que va por primera vez a la escuela es “obligado” a realizar un cambio en su vida. Del hogar tiene que ir a un lugar nuevo y desconocido: la escuela. El cambio produce dolor e inseguridad.

Lo mismo sucede cuando uno tiene que hacer cualquier cambio en su vida: cambiarse de colegio, o de ciudad, o de trabajo. Crea inseguridad. Lo mismo sucede con las personas que se ven obligadas a hacer empresa.

¿Será el negocio correcto? ¿Obtendré ganancias suficientes? Son preguntas frecuentes y justificadas de los futuros empresarios. Todo ello crea una fuerte sensación de inseguridad y angustia. Inseguridad y angustia que puede ser minimizada mediante la capacitación.

Ese es el valor más importante de la capacitación pertinente para el emprendimiento: nos ayuda a tener más confianza en las acciones y decisiones para formar mi propia empresa.

Las personas que sueñan con tener su propio negocio, también, necesitan un programa de capacitación para desarrollar, en ellos, una mayor seguridad y confianza. Los programas deben insistir en las características que distinguen a los empresarios. Mejor si estos empiezan a temprana edad.

Así la capacitación es una constante que debe acompañar al empresario en la medida que los cambios en la actividad empresarial son permanentes. Debemos estar preparados para los cambios y la capacitación nos dará la seguridad que necesitamos.

Cuando nos quedamos sin empleo

En la presente era de la información los empleos son muy inestables. Muchas personas cambian con frecuencia de empleo. Mientras que otras no pueden conseguirlo. Vivian Forrest en su libro El Horror Económico dice que “peor que ser explotado es no ser explotable”

Desde inicios de la década de los noventa, en varios países, se implementaron programas de liquidación y privatización de empresas públicas. Por otro lado las empresas del sector privado que no eran competitivas se vieron obligadas a cerrar o en el mejor de los casos implementar programas de reestructuración.

Todo ello trajo como consecuencia despidos de los trabajadores de estas empresas. Las alternativas para que estas personas desempleadas puedan generar ingresos son básicamente dos: la de buscar un nuevo empleo o la de implementar una empresa económica.

Generalmente los primeros en salir de las empresas son los más “empleables”, es decir, aquellos que lograron más preparación mediante la educación formal. La razón: le cuestan más a la empresa.

Esta situación afectó a muchas personas. Prácticamente no existe familia de la clase media que no hubiera sido afectada por la perdida del empleo de uno de sus integrantes. La crisis del empleo es cada vez más notoria y las posibilidades de que esto cambie por lo menos en el corto plazo no son claras.

Los programas de privatización, liquidación, reestructuración, fusiones o absorciones de empresas no contemplaban otros beneficios que no fueran los incentivos económicos o la liquidación que por derecho corresponde a los trabajadores dependientes. Los resultados son muy conocidos. Las personas que salieran de las empresas con algunos ahorros vieron como estos se esfumaron.

Para algunos, el perder el empleo, puede ser la oportunidad (el sacudón que necesitamos) para un cambio drástico en nuestra vida. Volvernos empresarios. Ser empresario no significa, necesariamente saber o hacer ciertos conocimientos o procedimientos de lo empresarial. Es SER empresario: pensar, actuar y soñar como tal.

En lo empresarial es fundamentalmente equiparse de nuevas actitudes: respeto de compromisos, búsqueda de oportunidades, iniciativa, asumir riesgos calculados, informarse antes de actuar, confianza en si mismos; entre otras. Pero sobre todo perder el miedo. Seamos honestos no nos atrevemos a hacer empresa por el temor a fracasar. Pero no todos los temores son “paralizantes”. Hay uno que es sano: el temor que nos hace ser cuidadosos para tomar las decisiones, para calcular los riesgos, para actuar.

La confianza en si mismos es importante. Pero una confianza realista. Veamos nuestras posibilidades, seamos pacientes y perseverantes con el logro de nuestros objetivos. Tan malo como no tener confianza en sí mismo es ser temerario. Los empresarios no somos arriesgados. Primero medimos el riesgo y luego arriesgamos. Ese es un buen consejo.

Porqué el nombre: Regalo Empresa

El nombre de inmediato me cautivo. Me lo “regalo” un empresario que asistía a nuestros talleres de capacitación. Cuándo pregunte cuál era mi trabajo me dijo que regalar empresas. “Usted me regalo una empresa nueva, gracias a la capacitación que estoy llevando mi empresa es otra”

Pregunte a las personas que sentían cuando les dije “Regalo una Empresa”. A todos les llamo la atención. Me dijeron es un buen regalo. Pero luego se preguntaron de qué se trataba. ¿Acaso estas regalando tu empresa? ¿Es cierto que regalas una empresa? Fue la pregunta que me hicieron.

Pues sí, yo también recibí ese regalo. ¡Es un gran regalo! Sucede que en mi época de estudiante universitario mis expectativas laborales eran la de sacar el título de licenciado y buscar un empleo. La Universidad del Pacifico en Lima, Perú iniciaba un programa de fomento a las iniciativas empresariales entre sus alumnos y yo me inscribí.

No se por que razón esa idea la hice mía y me acogí al programa con entusiasmo y confianza. Tengo una empresa por 15 años y me defino como empresario. ¡Soy empresario! Muchas personas me dicen si es fácil o difícil hacer empresa en nuestros países, o me imagino, en cualquier otro. La verdad que no lo se. Ciento que para algunos es más sencillo que para otros; pero, en cualquiera, de los casos vale la pena. Sí vale la pena.

Por esas casualidades termine siendo especialista en temas de emprendimiento y entrenamiento de empresarios. Así funde mi empresa SYSA que ofrece “servicios de desarrollo empresarial”: capacitación y asistencia técnica. En nuestra empresa estamos convencidos de tres cosas: 1) nuestro trabajo es el mejor del mundo; 2) las personas tienen capacidad emprendedoras que necesitan ser descubiertas y potenciadas y; 3) que es posible empezar con lo que uno tiene y donde esta.

Creo que todos podemos hacernos ese regalo. Es cosa de actuar y perder los temores.