jueves, 24 de diciembre de 2009

Las Oportunidades de Negocios

Aclaro que, el título del presente articulo, no dice las ideas de negocios. Entre una idea de negocio y la oportunidad de negocio existe una gran diferencia. Las ideas de negocio son muy sencillas de identificar y son abundantes, mientras que las oportunidades de negocio requieren de un tratamiento y estudio previos y no son abundantes.

Entonces, cuál es la diferencia entre oportunidad de negocio e idea de negocio. La oportunidad de negocio es una idea que, por lo menos, tiene dos requisitos adicionales: un mercado y son rentables. Para que una ida de negocio se convierta en oportunidad de negocio tiene que contar con un mercado y niveles de rentabilidad que justifiquen el esfuerzo y la inversión que se harán para implementar el negocio o empresa.

Iniciar una actividad productiva o comercial a partir de una idea de negocio es muy peligrosa por el riesgo económico que implica. Mi recomendación es que empecemos con una oportunidad de negocio. Para ello tengo que, primero y una vez identificada la idea de negocio, hacer un estudio de mercado y luego medir la rentabilidad del negocio mediante la preparación de un plan de negocios.

A pesar de contar con una excelente oportunidad de negocio existe un requisito adicional y, inclusive, más importante: el promotor o emprendedor. Muchas veces el problema no es la falta de oportunidades de negocio sino encontrar a las personas capaces de hacer realidad esas oportunidades de negocio.

Lo que necesitamos no son sólo oportunidades de negocios. ¡Lo que necesitamos son personas capaces de hacer realidad esos negocios!

Cultura Emprendedora: caldo de cultivo para hacer empresarios.

La pregunta es por qué algunos grupos de personas son propensos a desarrollar negocios. Existe suficiente evidencia para pensar que lo empresarial es cultural. Existen culturas que promueven el desarrollo empresarial entre sus integrantes. Crean un ambiente “pro” empresa. Desarrollan habilidades entre sus pobladores. En otras palabras existe una “cultura empresarial”.

Decimos que un grupo tiene una “cultura” es por que tienen comportamientos y pensamientos particulares. La comunidad empresarial de Perú y otras comunidades tienen rasgos comunes de pensamiento y comportamiento.

A lo empresarial lo distingue dos aspectos. La creatividad y la visión en perspectiva. Por definición lo empresarial tiene que ser creativo y debe proyectarse al futuro. Entonces, cultura emprendedora puede ser definida como el grupo de personas que tienen comportamientos y pensamientos creativos y una fuerte perspectiva de situar sus actividades con una perspectiva de futuro.

¿Cómo actúa la cultura emprendedora sobre la sociedad? Los ambientes que promueven lo empresarial actúan en dos esferas o niveles: A nivel de los individuos y, a nivel del entorno.

Todas las personas tienen conocimientos, talentos, habilidades, recursos materiales y otras características. Es natural que unas tengan más desarrolladas una características que otros. Así algunos tendrá mayores recurso económicos qué otros.

Cuando la cultura emprendedora actúa sobre un individuo desarrolla en él una característica fundamental para el emprendimiento: la habilidad de “ver” oportunidades. Una persona que ha recibido la influencia de esta cultura es un buscador de oportunidades de negocios. Esta con los ojos abiertos y muy atentos ante las posibilidades del desarrollo de negocios.

Cualquier programa de “empresariado” debe, en consecuencia, desarrollar en sus participantes esta habilidad que distingue a los empresarios.

Sin embargo, entenderán, que para facilitar el proceso de identificar ideas de negocio es necesario un ambiente propicio para desarrollar esas oportunidades. El sistema educativo, la “performance” económica, las leyes, el sistema judicial y otras instituciones son el complemento para el nacimiento y desarrollo de una empresa.

Un entorno propicio para lo empresarial es un entorno estable a largo plazo. La razón es que un entorno estable permite saber a que nos atenemos. Nos dan claridad y, lo más, importante: confianza.

Al contrario cuando tenemos permanentes cambios de reglas ese entorno es dudoso. No es “claro”. No es confiable. De modo que la persona que ha identificado una oportunidad de negocio se verá poco incentivada y desconfiada para ponerla en práctica.

Cuando la cultura emprendedora actúa sobre el entorno hace que esta sea estable en el tiempo. Las reglas estables en el largo plazo nos dan una perspectiva a futuro. Una visión de futuro, más o menos, clara y predecible. De ese modo será un ambiente propicio para desarrollar empresas y negocios prósperos.

Está claro que estos dos requisitos no pueden ir separados. Los dos deben actuar de manera conjunta y será posible crear empresas con futuro de crecimiento. Un entorno propicio sin personas que tengan identificadas las oportunidades de negocios no son nada útiles. Entenderán por qué ciertas políticas económicas de apoyo al desarrollo empresarial no dan frutos: no es sólo el financiamiento, no son sólo las políticas sectoriales, ni los subsidios, entre otras medidas, las que ayudan a las empresas. Se necesitan empresarios competentes, además.

Puede empezar creando un hábito positivo en su vida: desarrolle la capacidad de identificar oportunidades económicas. Es el primer paso para implementar un negocio.

El problema es que nos quedamos en el problema



“Las oportunidades vienen disfrazadas de problemas”.

Lo que hace a los empresarios diferentes de las demás personas, es decir, lo que caracteriza a un empresario es la capacidad que tiene de identificar oportunidades de negocio.

“Las oportunidades de negocio vienen disfrazadas de problemas”. El problema esta cuando nos quedamos en el problema. Las personas debemos trascender los problemas. Es más, algunos empresarios han tenido en los problemas y crisis económicas grandes oportunidades para empezar un negocio prospero.

Hace unos años dos empresas dedicadas a la producción y comercialización de bebidas gaseosas no encontraron mejor escenario de nacimiento que las dos zonas más afectadas por el problema del terrorismo: Pucallpa y Ayacucho.

El terrorismo, una de las situaciones más complicadas que alguna comunidad pueda soportar, impide el libre transito de personas y mercadería hacia las zonas afectadas. Lo mismo sucede con la producción, sobre todo industrial: se ve afectada mediante amenazas y atentados que interrumpen la producción. En estas circunstancias la producción y comercialización de bebidas gaseosas estaba muy restringidas. La demanda también. Sin embargo, esta era mayor a la producción (la oferta). Es decir, el mercado (la demanda) por bebidas gaseosas dio la oportunidad para desarrollar estas empresas.

En estas circunstancias dos grupos familiares decidieron incursionar en la comercialización y producción de bebidas gaseosas. Los resultados son halagadores. De esta manera queda demostrado que no solo es posible hacer empresa en el Perú sino que también se puede competir exitosamente con empresas extranjeras.

Lo importante es no quedarse en el problema. Cuantas empresas han nacido en circunstancias muy adversas para sus promotores. En muchos casos las personas se han visto obligadas a desarrollar alguna actividad económica a raíz de la perdida de empleo, de migrar de zonas en crisis y otras circunstancias límite. ¡No se quedaron en el problema, lo trascendieron!